Una Buena Noticia es el Fin del Mundo

Que se detenga la guerra no vale la pena. Si terminamos igual, intercambiando enemigos...

Ahi Quero Ya

te miro hondo a ti, quien sola apagas cualquiera de mis rabias...

Te Amo Como A Todas

Por ahí iba yo, Recolectando signos aparentes de todas...

El Amor y la Muerte de Facebook

Quisiera que se apagaran todas las computadoras para escribir este poema todo a maquinilla, quisiera no enterarme de ti, ...

La Taza Roja y el Hombre de 5 Pelos

Cuento Corto

jueves a domingos


jueves a domingos
       
                                                                                                          Por Enlil

“Estar contigo o no estar contigo, es la medida de mi tiempo.” 
Jorge Luis Borges

Aquí el tiempo silva desde que no estás,
se me ha hecho inagotable el pensarte
no hay forma de envenenar tu memoria
que sigue ardiendo viva segundo a segundo
fresca como llovizna fría.

Pero no has recibido ni una sola carta con mi nombre
tu buzón hierve en la noche sin custodiar más postales de amor 
a puño y letra anunciando mis visitas  
como si se respiraran mis ausencias, mis pausas,
como ratificando mi abandono.

Pensarás, que fuiste sólo una huella sin más,
jurarás en la noche que ya escamparon estas ganas mías de ti
especularás en tu cuarto oscuro que así, como si nada, he quemado tu memoria,
que rehúyo cruzado de brazos a buscarte para alcanzarte
para verte y tomarte toda tierna encaramada, sabia, viva
otra vez entre mis manos, empapada de paz
a compases, mordiendo como fugas tus labios suaves por el vino
con ganas de ganarte… pero para siempre.

Ah, pero no amor, escúchame
no me he cruzado de brazos,
aún te busco por todas partes, con la sed de llegar hasta ti
para tenderme a tu lado
y advertir tu cuerpo que busca el mío
quebrando la imposibilidad de no hacerme el más dichoso del mundo.

Preguntarás. ¿Y por qué mis pausas, mis ausencias, este abandono?
Porque yo también temo que hayas quemado mi memoria,
que hayas logrado esquivar sentirte mía en mi ausencia
cuando otras manos te inundan secas y no te estremezcan como las mías.

Desde que te me desgranaste y te fui perdiendo de jueves a domingos
nacieron mis desiertos, perdí el sueño
hasta verme en las madrugadas buscando donde tumbarme sobre la arena. 
Desde esos días, a penas sobrevivo sin bastón para el corazón
que hoy cojea de un ventrículo.

Fue árido ese hasta luego, un día te respiraba y otro día ya no,
el otoño se enrojecía entretanto mi vida se hacía un túnel sin ecos ni salidas felices.
Ahora me queda tu imagen y un poco de arena en mis bolsillos.  
 
Mujer de corazón de fuego y pies de hielo,
no imaginas como te me has hecho la medida de mi tiempo
aquí hasta mis pisos tibios esperan tus regresos
pero ahora  solamente me quedan las ganas
que no puedo expulsar de leer y releer tu cuerpo.  
Cuánto quiero tus cóleras, mirarnos por largo rato en silencio
tus peores momentos, tu hoy sí,tu ya no más o tus te quiero ahora,
tus caricias ingeniosas derramadas en mí como hechizos.
  
Lo que no quiero son más jueves a domingos cuando dejaba de saber de ti
cuando te perdía entre otros brazos y tu voz se hacía sólo un lujo.

Volvamos hacer de tu cocina una gala
como en aquella tarde cuando bailamos al compás de Sinatra
mientras se hacía la comida,
en esa misma cocina sabrás cuando leas este poema
dejé entre tus libros una copia de recetas
para alimentar tus creaciones culinarias al estilo Thai.
Aquí todos mis signos.

Voy a ti, sin pausas, ni ausencias ni abandonos.
como si se acabara el mundo que ya se ha desmoronado desde que no estás.
Amor, trae con claridad todo de ti, tus veranos y tus otoños,
todo de ti.
Solamente una cosa, no traigas más tus jueves a domingos. 









Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More